Ya culminando la cena, se encontraba el Sr. Marco y la Sra. Christina; junto a sus dos hijas, Sther y Lilith... Sther era una chica sencilla, flaca, no muy alta, rostro muy puro. En cambio Lilith era algo totalmente diferente a Sther, ella era alta no muy robusta, rostro de maldad pura, interesada en las historias de suspenso, más que todo en las historias vampirescas o de ultratumba, eran sus favoritas... Mientras comian, Martha comenta:
-¿Qué tal la cena de hoy?, ¿Es de su agrado?...-
La sra. Christina con una mirada intimidante hacia Martha responde... -¡Claro! esta muy deliciosa, pero para la proxima cuida la cantidad de sal en la ensalada, pero sin embargo le da un toque delicioso...-
El sr. Marco solo responde... -¡Buena! y prosigue cenando... Christina su esposa, lo mira intrigada y con solo la mirada de la sra. Chrisitina, el sr. Marco responde: -No me mires así, te dije que seria una idea patetica al contratar a una mujer de pueblo que recogia limoznas entre la gente decente-
Con una pesadez en su cuerpo y sintiendose desepcionada de sí misma, Martha se retira sigilosamente... Lilith le comenta a la madre... Mamá, porque no simplemente consigues a otra mujer de servicio, la sra. Chrisitina con una mirada de timidez por el comentario que hizo Marco, le responde... -¡A veces la bondad simplemente nace del ser, no de la necesidad de sangre que recorre por tus venas, tu necesidad de sangre es la que te hace así de cruel...-
Marco disgustado se levanta de la mesa sin aún terminar su cena... y se dirige directamente a la cama... donde Christina lo seguia... Algo que de un momento a otro se convierte en momento de lujuria y pasión...
